Gn 20:8-18 - "Lo que no debiste hacer has hecho conmigo"- Serie Génesis No. 40

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INTRODUCCIÓN

La vida cristiana es hermosa pero a veces difícil. Exige morir a uno mismo y entregarse por completo al Señor. Se trata de tener comunión con Cristo. Tan solo eso. Cuesta tener comunión plena con el Señor porque estás luchando contra Satanás, luchas contra el mundo y luchas contra ti mismo, contra la carne y contra la vanagloria de la vida. El Espíritu Santo de Dios habita en el corazón del creyente. No te quita o saca de la lucha sino que permite que puedas ser victorioso en Cristo. Pero la vida cristiana es hermosa porque esa comunión con Cristo es eterna, trae verdadera paz, paz que el mundo no puede dar, paz que solo hay en Jesucristo.
Otro aspecto de la vida cristiana y algo que descuidamos mucho es la responsabilidad. Si eres un verdadero cristiano entonces también debes asumir responsablemente la esencia de ser cristiano y es “llevar a otras personas a Cristo”. Dice la Escritura en Mateo 28:18-20
Mateo 28.18–20 RVR60
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
El cristiano reconoce la autoridad del Creador y Su Palabra que es la Biblia y cumple con humildad e identificación con Dios el propósito de que otras personas puedan ser salvas a través de Cristo. Sin embargo, a veces en vez de lograr ese propósito tan hermoso llegamos a ser de tropiezo para otras personas y entonces en vez de acercar a otras personas a Cristo las alejamos más. Es posible que esto te haya pasado alguna vez con algún amigo o amiga, tal vez te ha pasado con un familiar, tal vez con tu padre, madre o hijos. En vez de acercarlos al Señor los has alejado más. El versículo de mateo, nos pedía acercar la gente a Cristo pero resultamos alejándoles de Su Palabra.
Alguien que pasó por eso, al igual que nosotros, fue Abraham. Había recibido de Dios mismo el propósito para su vida: “Ser de bendición para el mundo”.
Génesis 12.2–3 RVR60
2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Abraham tenía que ser de bendición y esto tiene muchos sentidos. Principalmente porque en su simiente estaría la línea del Salvador del mundo, es decir, Jesucristo. Sin embargo, también tiene un sentido más amplio. Abraham al ser conocedor y amigo del Dios Vivo y Verdadero, y al ser heredero de su pacto y su promesa, iba a ser de bendición porque a través del pueblo que Dios estaba empezando en él, la gente iba a conocer a Dios, Su Ley, así como a Su preciosa Gracia. En otras palabras, Abraham tenía la oportunidad de donde quiera que estaba dar testimonio de Dios, de su juicio, su justicia, su santidad y su gracia. Ya había experimentado todo ello cuando Sodoma y Gomorra fue destruida.
Hemos visto en Génesis capítulo 20 en el estudio anterior que Abraham había llegado a una ciudad donde había un rey y nuevamente tuvo miedo de que le quitaran la vida a causa de su mujer. Es decir, pensó que el rey iba a querer quedarse con su mujer y que iban a matarlo. En cierto sentido no se equivocó, el rey Abimelec efectivamente quiso quedarse con su esposa, pero el medio que Abraham utilizó para salir de ese problema o para intentar esquivarlo fue la mentira. Abraham dijo una media verdad que es en sí una mentira: que Sara era su hermana y no su esposa. Entonces Abimelec tomó a Sara y antes de que pueda tomarla por mujer, Dios tuvo que intervenir. Habló en sueños a Abimelec y le reclamó de sus acciones porque Sara era una mujer casada. Abimelec le dice a Dios que él fue engañado por Abraham y Sara, que él no sabía que Sara tenía marido. Finalmente hemos visto que Dios ordena a Abimelec devolver a Sara y de no hacerlo iba a morir él y todos los suyos. Ese es el resumen de los primeros siete versículos de Génesis 20. Si observas bien, notamos que Abraham había faltado a la verdad, había expuesto a su esposa y todo por la falta de fe en Dios que le había dicho que iba a guardarlo, que iba a ser su escudo y que tenía planes para con él. Abraham había fallado en cierto sentido a su propósito de ser bendición a todas las familias de la tierra, así como tú y yo fallamos muchas veces al propósito de ser bendición para otros y llevarles al Señor.
Hoy vamos a aprender más sobre este tema pero nuestro objetivo es que la Palabra de Dios a través de la historia de Abraham nos permita renovar nuestro compromiso son su Palabra, evangelio, iglesia y con el Señor Jesucristo. El tema de hoy es: “Lo que no debiste hacer has hecho conmigo” y está basado en Génesis 20: 8-18.

EXÉGESIS Gn 20:8-18

Sigue la historia de Abraham en los siguientes versículos. Y lo primero que queremos enfatizar en esta porción de la Escritura es:

“Las malas actitudes y acciones del creyente pueden ocasionar tropiezo y juicio de Dios a otras personas”. Gn 20:8-10

Génesis 20.8 RVR60
8 Entonces Abimelec se levantó de mañana y llamó a todos sus siervos, y dijo todas estas palabras en los oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera.
Abimelec acaba de tener un sueño donde Dios le ha revelado que Sara es esposa de Abraham y que no debe tocar a esta mujer. Pero no solo eso, sino que Abimelec está perturbado y muy perturbado, acaba de decirle Dios que va a traer muerte para él y todos los suyos.
Abimelec cuenta todo lo que ha sucedido a sus principales consejeros y todos están asustados. La muerte está a las puertas del rey y también de todo el pueblo. Es una situación crítica la que están viviendo.
Si hay algo que podemos rescatar de Abimelec es que reacciona a la voz de Dios. El mensaje es de muerte y Abimelec y los suyos no se quedan tranquilos. ¡Hoy el mensaje de Dios, también de advertencia de muerte a causa de los pecados es predicado o está en la Biblia y no muchos hacen caso! ¡Cuán severas son las advertencias del juicio de Dios que muchas veces el hombre no escucha o no quiere oír!, sin embargo, Abimelec si presta sus oídos y tendrá que tomar decisiones.
Si no has tomado una decisión sobre las advertencias de Dios sobre el juicio venidero a los pecadores, entonces también deberías estar perturbado como Abimelec. Hay juicio de Dios, es cierto, pero también hay gracia si pones tu fe en Jesucristo para perdón de pecados.
Abimelec actúa temprano ante esta noticia tan trágica.
Génesis 20.9 RVR60
9 Después llamó Abimelec a Abraham, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan grande pecado? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo.
Este es un reclamo doloroso. Abimelec manda a llamar a Abraham y finalmente está frente a él cara a cara. Pero es doloroso porque Abraham tenía que ser de bendición ¿lo recuerdas? hemos leído ese versículo. Abraham no tenía que ser de tropiezo sino de bendición. Y ser de bendición no es hacer tropezar a otros, llevarlos a un paso del juicio de Dios. Por supuesto, que la acción de Abimelec era una decisión voluntaria, y cada uno es responsable de sus actos ¡pero Abraham cómo había aportado a esa situación!.
“..¿Qué nos has hecho?..” - Son palabras muy fuertes. Es la acusación a uno de los santos de Dios, al escogido para formar un pueblo. Abraham es acusado y cuestionado por hacer semejante mal a otras personas. Abraham parece actuar en este caso lejos de conocer al Dios de la gracia que aborrece el pecado. De tal manera que recibe el reclamo de un incrédulo por haber sido impulsado hacia un acto inmoral.
¿Suena estas palabras en tu mente? ¿Qué nos has hecho? ¿Hay alguna señorita por ahí en el mundo, lejos de Dios, que también podría preguntarte a tí: qué me has hecho? No me dijiste que me querías, ¿pero solo jugaste conmigo? ¿Qué me has hecho, que con tus mentiras has tomado mis sueños, mi corazón y mi cuerpo? Jóvenes cristianos, metidos en fornicación, dañando la vida de muchas señoritas. Señoritas cristianas jugando con jóvenes a través de mensajes y otras cosas. Esto es de ambos lados. ¿Qué nos has hechos? ¿Pueden decirte esto tus empleados? ¿Has abusado de ellos y en vez de dar testimonio de que eres luz?, ¿aborrecen a los cristianos por ser deshonestos y desleales como empleadores? ¿Qué nos has hecho? ¿También hay jefes que confiaron en ti porque eres cristiano pero has fallado a la confianza y no has dado testimonio de Cristo? Esta pregunta es terrible para Abraham y para los temerosos de Dios.
..¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan grande pecado? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo”. - Abimelec reclama al creyente Abraham por sus acciones y por su mentira. Y la parte más fuerte es que ¡Abimelec parece tener mucha más moralidad que Abraham! Abimelec sabe que algunas cosas no deben hacerse porque son realmente malas y eso es justamente lo que hizo Abraham con él: “Lo que no debiste hacer has hecho conmigo”.
A veces nosotros hacemos con los no creyentes cosas que no deberías hacer con nadie. No deberíamos llevarles a condenación a juicio, no deberíamos promover sus bromas pervertidas, reírnos de ellas. No deberíamos animarles con consejos que no agradan a Dios: No deberíamos decirles que no hay problema en falsificar algún documento, algún papel para el banco, para el gobierno, para el juzgado. A veces no deberíamos decirles que “poner en su lugar a su esposa” está bien para que aprenda a respetarla, llevándoles a cometer luego otras cosas más. Nosotros somos el pueblo de Dios, lavados por la sangre de Cristo y deberíamos anunciar las obras buenas de nuestro Señor. Deberíamos ser de bendición para otras personas y no de tropiezo. Jesucristo dijo:
Mateo 5.13 RVR60
13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
A veces simplemente no somos sal, sino somos como sal desvanecida.
Se dice que en una clase de jóvenes estaban discutiendo sobre qué significaba ser “la sal de la tierra”. Habían muchos comentarios y opiniones, una de ellas decía “La sal imparte un sabor deseable”, otro dijo “la sal conserva de la descomposición”, y todos asentaban con la cabeza, entonces un niña china habló de una experiencia que nadie había tenido y dijo: “la sal provoca sed”, y de repente hubo un silencio repentino en la habitación y nadie decía nada. Entonces después de un rato el profesor se paró y dijo: creo que por fin hemos descubierto el verdadero significado de “ser la sal de la tierra”: ¿Alguna vez has hecho que alguien tenga sed de Jesucristo?
Mateo 5.13 RVR60
13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
¿Estamos llevando gente hacia Jesucristo? o ¿estamos siendo de tropiezo? ¿Realmente estamos haciendo que la gente tenga sed de Cristo o separándoles más?
Abraham acaba de recibir el reclamo más doloroso para un creyente: “Lo que no debiste hacer has hecho conmigo”.
Génesis 20.10 RVR60
10 Dijo también Abimelec a Abraham: ¿Qué pensabas, para que hicieses esto?
El reclamo sigue y es también bastante fuerte. Una persona moral no hubiese hecho lo que ha hecho Abraham: mentir y llevar al borde de la muerte a toda una familia que lo había recibido bien en su casa, en su región. Abraham era creyente y no estaba siendo de bendición al mundo, no en esta situación.
Hemos visto en estos versículos el primer punto y fue que: “Las malas actitudes y acciones del creyente pueden ocasionar tropiezo y juicio de Dios a otras personas”. En los siguientes versículos vemos que:

Seguir al Señor requiere dejar la autosuficiencia y depender solamente de ÉL. Gn 20:11-13

Génesis 20.11 RVR60
11 Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer.
Abraham a pesar de sus fallos, errores y grandes desaciertos, tiene también muchas virtudes. De hecho, Abraham el hombre que acabamos de ver fallar en la fe, será llamado el padre de la fe. Por supuesto no por esta situación, sino que Dios irá obrando en su vida hasta que su fe sea realmente preciosa. Pero ciertamente, Abraham, no hace lo que hace el mundo cuando está en problemas, es decir, mentir más. Al parecer y por lo que vemos, Abraham fue golpeado con la pregunta tan dura que le hizo Abimelec y ahora va a decir ciertamente la verdad.
Pero su verdad también es difícil, confiesa de que piensa que estas personas están alejadas de Dios y son impíos. En este sentido, Abraham no está alejado de la verdad pero su prejuicio sobre estas personas le había llevado a pensar que podrían matarlo y resultó que al contrario, ellos actuaron mucho mejor moralmente que Abraham. Por cierto, que nadie se salva por moralidad, sino por su confianza en Cristo. Pero a veces nuestras actitudes "de los cristianos” dejan mucho que desear y el mundo las observa y las juzga.
Lo que realmente llama la atención en este versículo es: “..y me matarán por causa de mi mujer.”- Esto sí es triste. ¡Qué difícil es creerle a Dios! ¿Recuerdas este versículo?:
Génesis 15.1 RVR60
1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
Dios había prometido cuidar a Abraham. Él tenía planes para este hombre y a través de él para toda la humanidad. Su vida era guardada por Dios porque Dios lo amaba y también porque había una promesa de que iba a tener un hijo y no lo había tenido hasta ese momento. Entonces, Abraham tiene temor de su vida, como si Dios no fuese a cumplir lo que ha prometido. Esta es la falta de fe de Abraham ante una situación crítica que lo lleva a mentir.
Abraham tiene miedo de su vida cuando Dios le había prometido cosas más adelante, cosas extraordinarias que iban a suceder pronto como tener un hijo.
Génesis 20.12–13 RVR60
12 Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y la tomé por mujer. 13 Y cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú harás conmigo, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es.
Abraham y Sara habían ya planificado desde hace mucho tiempo atrás decir esa verdad a medias o “mentira” como una manera de protección para resguardar su vida.
¡Que increíble es Dios! Permitió que Abraham tenga que enfrentar este tipo de situaciones para arreglar las cosas malas que había planificado Abraham y que las había utilizado ya por segunda vez para arreglar un tema de falta de confianza en Él.
Muchas veces de forma similar Dios nos prueba, y nos lleva a situaciones donde nuestra fe será examinada o para ver si permanecemos en nuestras propias estrategias en vez de confiar en Él. Dios realmente estaba trabajando en la vida de Abraham y de esta manera salía a la luz las malas estrategias o su plan de “autosuficiencia” que habían hecho cuando “Dios le había llamado”.
“..Y cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú harás conmigo, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es”. No es hasta este versículo que no llegamos a comprender cuál realmente es el problema de Abraham. Este hombre se parece tanto a nosotros, que tiene nuestros mismos problemas. Dice obedecer la voz de Dios, tiene fuerzas para hacerle caso y salir de su casa, pero qué difícil confiar plenamente en Él y dejar la “autosuficiencia” para depender solo de Dios.
Si vas a hacer caso a Dios y si vas a obedecer a Dios y si tienes que salir errante de la casa de tu padre, entonces tendrás que hacerlo con la absoluta confianza en Dios, dependerás de él en cuanto a provisión, cuidado, salud y todo lo que se requiera. Si vas a hacer caso al Señor entonces el Señor debe tener el control total. ¡Cuánto estaba aprendiendo Abraham y en realidad Dios lo va a llevar a los límites de la fe.
Abraham había salido de la casa de su padre obedeciendo a Dios pero aún confiando en sus fuerzas y en su autosuficiencia. Había hecho arreglos con Sara para proteger sus vidas, olvidando que Dios no requiere de arreglos y trampas humanas, sino que Dios tan solo pedía fe y confianza.
Cuidado que estés orando por algún tema, por un tema de trabajo, familia, salud, algo que te aflige mucho pero que en realidad ya lo tienes planificado y hasta con situaciones de resolución un tanto inmorales o no correctas plenamente a los ojos de Dios. Al igual que en la historia de Abraham, Dios no va a respaldar tales acciones y vas a terminar luchando solo o sola. Si eres autosuficiente y utilizas tus propios medios no vas a llegar lejos y vas a tropezar como Abraham. Necesitas dejar de depender de tus capacidades y cualidades y requieres confiar en Dios. Es mejor caminar con los ojos cerrados tomado de su mano, que caminar con los ojos abiertos estando lejos de Él. ¿Qué es lo que quieres hacer hoy?
Hemos visto ya dos puntos: “Las malas actitudes y acciones del creyente pueden ocasionar tropiezo y juicio de Dios a otras personas” y también que: “Seguir al Señor requiere dejar la autosuficiencia y depender solamente de Él”. El último punto es:

Dios siempre es fiel a sus propósitos mientras va trabajando en la vida de las personas.

Génesis 20.14–16 RVR60
14 Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y se los dio a Abraham, y le devolvió a Sara su mujer. 15 Y dijo Abimelec: He aquí mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca. 16 Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos; así fue vindicada.
A pesar de que Abraham había actuado mal, Dios no lo ha sacado de sus planes. ¡Gloria a Dios por esto, porque sino tú y yo ya estaríamos fuera! No confundamos estos versículos. Dios no encubre el pecado de nadie, no está haciendo eso con Abraham. De hecho Dios ya conoce las debilidades de Abraham, estas acaban de ser reveladas y Dios va a trabajar en ellas, va a llevar a Abraham a la prueba más grande de fe que se encuentra en la Biblia que va a otorgar y confirmar a Abraham como padre de la fe. Y claro que le va a costar. Pero en estos últimos versículos se aprecia la fidelidad de Dios.
Abimelec otorga a Abraham ovejas, vacas, siervos y siervas, como una manera de reconocer al Dios de Abraham y reconocer que este hombre había alcanzado gracia bajo sus ojos. Le hace una invitación para habitar la tierra donde bien le parezca. Pero en realidad Abimelec va mucho más allá. Va a hacer algo que Abraham de por sí no pudo hacer. Esta es la mano de Dios obrando, que va a vindicar la integridad de Sara a través de Abimelec.
“..Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu hermano, mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos, así fue vindicada”. Había una mujer que era llevada de un lado para el otro, era el trofeo de un faraón y ahora iba a serlo de un rey. Sin embargo, los ojos de Dios miran de forma distinta a todas las mujeres y de forma especial a esta hija de Dios. Ella fue escogida para seguir la línea de la simiente del Salvador y ha alcanzado gracia delante de los ojos de Dios. Lo que Abraham no puede hacer a causa de su falta de confianza en Dios, resguardar a su esposa de forma honrosa, Dios lo hace. Esta mujer es vindicada por Abimelec, es decir, reconocida con honra y su integridad ya no está en juego.
Génesis 20.17–18 RVR60
17 Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos. 18 Porque Jehová había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara mujer de Abraham.
Abraham ora a Dios.
Quien fue avergonzado por un incrédulo a causa de su mentira ahora ora a Dios pidiendo por Abimelec. No son los méritos de Abraham, sino la fidelidad de Dios a propósitos de bendición para todas las familias de la tierra, y entre ellas, tú y yo. Dios quien no permitió que nadie más pueda tener hijos como un castigo inicial para este rey y su pueblo, con la oración de Abraham quita este peso de la casa de Abimelec y entonces sí podrán mantenerse como pueblo. La Biblia presenta de forma breve todo este relato, pero parece que hay entre estos versículos algo de tiempo. No puede ser mucho porque Sara va a concebir, pero ciertamente estos versículos parecen indicar algo de tiempo. Lo cierto es que DIOS quien tiene el total control sobre la creación y humanidad, tiene el poder y sabiduría para castigar y para librar de castigo cuando así en su Soberanía lo determina.
Y de esta manera concluye este pasaje donde Abraham pudo haber sido sal o pudo haber sido de bendición y no lo fue. Desperdició la oportunidad que tuvo, causó bastante daño, casi de muerte y todo por su falta de confianza en Dios. Sin embargo, en la parte final Dios interviene y muestra sus propósitos, fidelidad y planes, que están más allá de los del hombre.

MEDITEMOS EN LA PALABRA

Como siempre llega la parte donde puedes pasar de tan solo conocer esta historia a ser edificado o tocado en tu corazón por Dios a causa de esta porción. Y como siempre esto es tan solo responsabilidad tuya. La Biblia ya nos ha mostrado algunas cosas, pero ¿cuál será nuestra respuesta? ¿seguiremos siendo iguales solo que ahora con una historia conocida más? ¡De ninguna manera! Hay mucho que podemos aplicar el día de hoy. Para quienes quieran abrir sus corazones al evangelio hay mucho que Dios puede hacer en tu vida si quieres conocerle de verdad y si quieres seguirle de verdad:

“Las malas actitudes y acciones del creyente pueden ocasionar tropiezo y juicio de Dios a otras personas”.

¿Te das cuenta que en muchas cosas los cristianos nos parecemos al mundo? A veces ya no hay diferencia. El mundo puede lastimar a las personas y nosotros a veces también jugamos así. No fuimos llamados a causar tropiezo y juicio a las personas, fuimos llamados a ser SAL de la tierra, a hacer que la gente esté sedienta de Jesucristo. ¿De cómo hemos confundido que vivir y ser cristiano son dos cosas distintas?
No puedes ser cristiano auténtico si haces tropezar a otras personas. No cometamos el mismo error y pecado que Abraham. Esta historia tiene propósitos especiales para nosotros, para que no hagamos lo mismo. ¿Dónde están aquellas personas maravillosas que cuando hablas con él o ella, te acercan más al Señor? ¿Dónde están las personas comprometidas con Cristo en esta congregación que soportan muchas cosas con el fin de no ser de tropiezo? Si eres cristiano no puedes dejar de ser sal o anunciar a Cristo en cada aspecto de tu vida.
Gordon Maxwell fue un misionero en la India que pidió a un escolar hindú que le enseñe su idioma, que le enseña su lengua materna. El joven hindú le respondió: “No, lo siento mucho, pero no te voy a enseñar mi idioma porque tú me vas a hacer cristiano”. Gordon Maxwell le respondió: “Me entendiste mal, yo solamente te estoy pidiendo que me enseñes tu idioma, tan solo eso”. De nuevo el escolar hindú le dijo: “No, lo siento, no te enseñaré mi idioma porque no hay nadie que pueda estar cerca a ti sin terminar siendo cristiano”.
Hay personas como este misionero que están totalmente comprometidas con Cristo. De tal manera que si tú tan solo te acercas a ellas lo único que escucharás será hablar de Jesucristo. Esa es la verdadera sal que hay en la tierra y es la sal que tú y yo somos llamados a ser. Qué diferencia entre ser de tropiezo al mundo y llevar al mundo a Cristo. Hay mucha diferencia. No fuiste llamado a empujar a las personas al pecado sino a anunciarles la gracia de Cristo para perdón de pecados y el arrepentimiento para la vida eterna. ¿Será que la gente que está alrededor nuestro también puede terminar siendo cristianos?
Mateo 5.13 RVR60
13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

“Seguir al Señor requiere dejar la autosuficiencia y depender solamente de Él”.

Deja tu vida en las manos de Dios. Abraham fue llamado por el Señor pero seguía con su autosuficiencia y su vida dependía de sus estrategias. Tú que has recibido un llamado del Señor para ser parte de su iglesia, para tener una morada en los cielos, debes rendirte solo al Señor. Deja que Él se encargue de tus ingresos, de tu trabajo, de tus estudios, de tu familia, de tu salud, de los problemas, de los éxitos y los fracasos, deja que su paz te sostenga en tiempos de abundancia y en tiempos de escasez. Mejor es su preciosa paz que tu autosuficiencia. Aprende a depender tan solo del Señor.
Proverbios 3.5–6 RVR60
5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. 6 Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
El mundo se apoya en sus propios pensamientos, definiendo lo que es bueno o malo, pero tú y yo confiemos en Cristo. Que ÉL sustente nuestros pensamientos, lo que es bueno y malo, y que así como sustenta todo ello con su Palabra, que también sustente tu vida y la provisión para tu vida. Empecemos a confiar en Jesucristo y dejemos en sus manos todos los aspectos de nuestra vida. No resolvamos con inmoralidad y sin transparencia los problemas. Tus fuerzas no se comparan a las de Él. Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus veredas.

“Dios siempre es fiel a sus propósitos mientras va trabajando en la vida de las personas”.

Gracias a Dios que cuando el hombre es infiel Dios sigue siendo fiel. Este fue el caso de Abraham. No quiere decir que no habrá disciplina. El padre que ama a sus hijos disciplina, pero quiere decir que si has conocido a Jesucristo hay planes para ti, verdaderos planes de Dios. ¿No quieres esa vida? El mundo ofrece una vida y su fin es la muerte. En cambio Cristo ofrece su vida para que tú tengas el perdón de pecados y para que podamos tener verdadera vida, abundante y eterna. Su sangre preciosa ha sido el precio por el pecado. Si es que hubiese gente aquí que aún no ha conocido a Cristo como Señor y Salvador, entonces, tienes que saber por la fe en Él podrás ser limpio de todo mal y tendrás una nueva vida, con nuevos propósitos.
Si estás cansado de que el mundo te diga “lo que no debiste hacer has hecho conmigo” entonces ven a Cristo y él te hará una nueva criatura y te enseñará como debes andar.
Apocalipsis 22.17 RVR60
17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
Oremos.
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